En la vida, la gente se enamora. Nadie sabe el momento ni el lugar pero sucede. Conocer a alguien y enamorarse, te cambia la vida, dicen que te hace ser mejor persona, ser más feliz, alegrarte los días... Todos sabemos que perder el amor de tu vida, es extremadamente horrible, hasta el punto de llegar a sentir miedo.
¿Miedo? ¿Por qué miedo? Es sencillo, es imaginarte el resto de tu vida sin él, y sentir soledad. Es ver que todo los planes junto a él se desmoronan... Que ya no estará ahí nunca. Lo único que puede solucionar el miedo, es luchar. Luchar es quererle, no dejarle escapar nunca, que cuidarle y mimarle sea lo primero, no cargarla con gilipolleces y estar ahí siempre junto a él animándole y protegiéndolo para que no se sienta nunca solo.
Todo esto, es poco para hacer cuando amas a alguien. En mi caso, tengo más de mil y una razones para quererle. Porque él es casa que protege del frío. Porque es todo lo que siempre quise en mi vida... Porque es la primera persona en mi vida por la que puedo decir que tengo más de mil y una razones para quererle.
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