lunes, 9 de enero de 2012


Tropezamos de repente como en un nuevo 15-M. Sonreíste a quemarropa contra el filo de mi boca. Y susurraste que el pasado solo es como un día malo. Y la lluvia abrió las puertas de mi vida en tu bosbagen pasat. Siempre fui poniendo parches, creando segundas
 partes. Hasta que me demostraste que no quiero olvidarte. No consigo recordar como he llegado hasta aquí, solo sé que estoy borrando lo que un día te hizo daño. Tú me enseñas que se puede querer lo que no ves. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario